BENDICIONES NO MERECIDAS
Lectura: Habacuc 3:17-19 Dios..nos ha bendecido con toda bendiciòn espìritual en los lugares celestiales en Cristo. Efesios 1:3
Arthur Ashe, la superestrella del tenis, muriò de SIDA, el cual contrajo en una transfusiòn de sangre durante una operaciòn de corazòn.
Màs que un atleta, Ashe era un caballero que inspiraba y alentaba a muchos con su conducta ejemplar, tanto dentro como fuera de la cancha.
Ashe pudo haberse amargado y autocompadecerse ante su enfermedad. Sin embargo, mantuvo una actitud agradecida. He aquì su explicaciòn:
Si preguntara "¿Por què yo? respecto a mis problemas, tendrìa que preguntar ¿por què yo? respecto a mis bendiciones. ¿por què ganè Wimbledon? ¿Porquè me casè con una mujer hermosa y talentosa y tuve un hijo maravilloso?.
La actitud de Ashe nos reprende a los que nos quejamos a menudo diciendo: ¿Por què yo? ¿Por què permite Dios que esto suceda? Incluso si estamos sufriendo agudamente no debemos olvidar las misericordias que Dios derrama sobre nuestra vida.....cosas como alimentos, abrigo y amigos...bendiciones de las que muchos estàn privados.
¿Y las bendiciones espirituales? Podemos tener en nuestras manos la mera Palabra de Dios y leerla. Tenemos el conocimiento de su gracia salvadora de la vida eterna con Jesùs.
Piensa en las bendiciones de Dios y pregunta: ¿ Por què yo? Entonces tus quejas daràn paso a la alabanza.
Piensa en las bendiciones de Dios y pregunta: ¿ Por què yo? Entonces tus quejas daràn paso a la alabanza.
CON LAS CARGAS NO DESEADAS VIENEN LAS BENDICIONES NO MERECIDAS.
ESCRITURA:Efesios 2:8: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios.”
TESORO BÍBLICO:¿Cómo puede usted decir si tiene o no el verdadero evangelio? El apóstol Pablo nos da tres pruebas. La primera es el origen del evangelio. ¿De dónde proviene éste? Dios lo dio. Es revelación directa y divina. El evangelio es legitimado por su origen. La segunda es por su salvación. Todo evangelio que no sea el evangelio de gracia no es el verdadero evangelio. Usted no lo puede comprar, ni lo puede pedir prestado, ni lo puede robar, ni se lo puede ganar. Éste fue comprado por Cristo en la cruz. Es la obra sobrenatural de Dios. La tercera prueba es el tema. Éste debe ser la gracia de Cristo. Jesús es el tema. Desde Génesis hasta Apocalipsis, toda la Biblia es acerca de Jesús.
PUNTO DE ACCIÓN:Dedique una o dos horas esta semana y busque las profecías acerca de Jesús en el libro de Isaías. Encuentre consuelo en saber que ¡Jesús es el que era, es, y ha de venir!
Libertad falsa
Léase Lucas 15.1-10
Cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios...
-Romanos 12.2 (VPEE)
Desde que era una bebé hasta mi segundo año de universidad, asistía a la iglesia con tanta frecuencia que un amigo dijo bromeando: «Siempre pensé que tu familia vivía en la iglesia». Dejé de ir a la iglesia mientras estaba en la universidad. Quería ejercitar mi libertad al estar lejos de mis padres.
La comunión con Dios me ha dado energía, sostén y esperanza. ¿Por qué dejé de asistir a la iglesia? El estilo de vida que escogí es típico de muchos jóvenes, motivada por la libertad y la independencia. Estaba reacia a admitirlo, pero con cada paso hacia ese tipo de vida, me alejaba de Dios y suprimía la obra del Espíritu Santo. En uno de mis momentos difíciles, recuerdo haberle dicho a mis padres: «Dios se ha olvidado de mí».
Cuando regresé a la iglesia hace ocho años, fue como regresar a casa. Me sentí bienvenida no sólo por la congregación, sino también por Dios. Debí haber pasado el punto donde Dios ofrece su perdón. Pero Dios me alcanzó con infinito amor y gracia, y me rescató del lío que había hecho de mi vida. Dios me dio nueva vida, una en que siento gozo cada día.
Cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios...
-Romanos 12.2 (VPEE)
Desde que era una bebé hasta mi segundo año de universidad, asistía a la iglesia con tanta frecuencia que un amigo dijo bromeando: «Siempre pensé que tu familia vivía en la iglesia». Dejé de ir a la iglesia mientras estaba en la universidad. Quería ejercitar mi libertad al estar lejos de mis padres.
La comunión con Dios me ha dado energía, sostén y esperanza. ¿Por qué dejé de asistir a la iglesia? El estilo de vida que escogí es típico de muchos jóvenes, motivada por la libertad y la independencia. Estaba reacia a admitirlo, pero con cada paso hacia ese tipo de vida, me alejaba de Dios y suprimía la obra del Espíritu Santo. En uno de mis momentos difíciles, recuerdo haberle dicho a mis padres: «Dios se ha olvidado de mí».
Cuando regresé a la iglesia hace ocho años, fue como regresar a casa. Me sentí bienvenida no sólo por la congregación, sino también por Dios. Debí haber pasado el punto donde Dios ofrece su perdón. Pero Dios me alcanzó con infinito amor y gracia, y me rescató del lío que había hecho de mi vida. Dios me dio nueva vida, una en que siento gozo cada día.
Oración:
Oh Dios, gracias por mostrarnos el camino hacia la verdadera libertad a través de tu Hijo Jesucristo. Amén.
Oh Dios, gracias por mostrarnos el camino hacia la verdadera libertad a través de tu Hijo Jesucristo. Amén.
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